jueves, 9 de julio de 2009

cuerpo-zürich-lago constanza-majakowski


No hay nada mejor que pasarme por la pequeña tienda de sushi que hay al lado de casa cuando me siento un poquito baja de energía. Sushimi-makis-rolls, cualquiera que me apetezca comer viene servido con la guarnición que es el verdadero truco para mi organismo.
El wasabi y las lonchas de gengibre cortadas bien finitas me ponen a mil por hora.
Es como si de repente me despertaran.
Un poquito de sushi y me siento mejor.
El cuerpo, tengo últimamente que prestarle más atención que de costumbre. Nada preocupante, pero igual si es conveniente usar el tiempo que tengo de no trabajar para dedicarle la atención que necesita: visitas a los médicos, análisis de sangre, tests de alergias. Porque a veces se me olvida.
Llevo a diario una actividad centrada en el interior, en la cabeza.
El cuerpo también pide a gritos un pequeño reajuste. Una revisión. Aquello que no está en total orden, mirarlo, visitar los especialistas necesarios. Y efectivamente creo que en eso van a consistir mis vacaciones, en poner a punto mi cuerpichi. Con suerte para septiembre/octubre volver a sentirme completely healthy, interior y exteriormente.

También hay confirmadas algunas escapadas--Zürich y Lago Constanza-Bodensee--con invitaciones que no se pueden rechazar por distintos motivos- pero nada de coger aviones hasta septiembre porque de nuevo entonces empieza el tema de países y aeropuertos y trabajo aqui y allí y la verdad es que estoy cansada. No tengo ganas.
El cuerpo no me lo pide.
Y por primera vez en mucho tiempo, tengo la sinceridad, tan simple y natural, de obedecerlo.

Reading now: “Majakowskis letze Liebe” von Francine du Plessix Gray, que además trae alguno de los más bellos poemas que escribió Majakowski. Algunos de esos poemas me los leía Pablo Luna cuando teníamos momentos muertos en la universidad. “Majakowski, Florencia, es inmenso. Es inmenso”. Por supuesto que sí, y todavía te agradezco infinito que me lo descubrieras.

Archivo del blog