martes, 30 de septiembre de 2008

cocó, descansa en paz


esta mañana al llegar de portugal me he encontrado con una noticia horrible que me ha dejado en estado de shock/llorera de enorme tristeza. cocó cielo, cocó silvania, ha fallecido de forma horrible y me entra tremenda tristeza cuando pienso en todo lo que nos ha enseñado de forma casi involuntaria, -junto con mario, por supuesto- con sus sesiones y su música. no puedo evitar sentir una sensación de orgullo secreto por haber tenido la suerte, con amaya, de habernos escapado de adolescentes tantas veces como era posible de casa de nuestros padres para ir a bailar, los jueves por a noche, a la sala maravillas cuando era el galax y lo llevaba cocó y todo empezaba. entonces cualquier cosa era posible y musicalmente cada noche era soberbia. traían a mathew herbert para pinchar como dr. rockit y la gente apenas se enteraba -madrid siempre en su sitio...- ¿y el soma, y silvania?¿y todo ese nuevo universo de los clubs y sus seres noctámbulos que nos hicieron descubrir la belleza de basic channel, los primeras referencias de tresor, omd, chain reaction, etc, en un club de techno donde podía estar pinchando jeff mills con tres platos arriba? eras afortunada si estabas ahí y te regalaban una porción de su talento y amor a la música y no podías dejar de bailar. éso si era transgresor y no ahora, que está todo aburrido y catalogado por como eres, con quién vas, como vistes, altamente limitado el talento por las tendencias y el consumo, consumo, consumo.
por eso estoy tan triste. se nos ha ido un maestro y madrid se queda muy huérfana de buena música y de un buen gusto que siempre se mantuvo al margen de modas. por eso cocó, desde aquí te mando un beso y te agradezco todos los momentos que nos ofreciste y me gustaría pensar, de manera inconsciente, que detrás de tí dejas una buena legión de aprendices y que entre todos, intentaremos seguir construyendo algo mejor para esta ciudad gris, hoy más, sin tí.
p.s. esta imagen me la mandó josephine hace un rato. un beso enorme para tí y mario. y mucha fuerza. hoy mi blog sabe a tristeza.
descansa en paz, querido cocó.

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