El arranque de Ateneo Abierto supuso más nervios, ansiedad, tensión, (todo lo que genera estrés ) que cualquier otra cosa vivida antes (discos, conciertos con mucha gente, finales de campeonatos de tenis cuando era pequeña...) por lo importante que era y lo arriesgado de la propuesta pero todo salió bien. Quiero agradecer a todos los ya son parte de esta propuesta por su ayuda desinteresada y ganas de sacarlo adelante (paul, olga, ann deveria, edu, lola, maria angustias neira, jose luis abellán y un largo etc), y todos los que vinisteís y llenasteís de vida la cafetería, el salón de Actos, aplausos los conciertos. Todos, muchas gracias. Tras tomarme la quinta tila y meterme en el concierto de los Pasto ví que habían liado una pequeña performance que parecía dadá siglo XXI, escalera de metal incluída con bailarina que reptaba por el suelo; de ahí pasamos a la guitarra de Tom Carter y sus atmósferas de drones entre folk y country de los 50 y raggas indios y sobre todo, me quedo con el momento de sutileza de bellísimas atmósferas creadas con capas de ruido y pedales pero que sonaban a sintetizadores moog mezclados con chelos (alucinante!). Mientras tanto, los retratos del Salón de Actos miraban sorprendidos lo que sucedía, y casi les notaba sonreír. Salió genial y os lo agradezco a todos, espero que os sorprendiera y el próximo lo haremos el día 29 de marzo. Al día siguiente fui a recoger el equipo y todo había vuelto a la normalidad en el Ateneo, la gente mayor por los pasillos, el concierto de piano con las variaciones de Goldberg (maravillosas, por cierto!) y el silencio. Sentí que había estado soñando despierta la noche anterior. Que habíamos hecho algo histórico. Muchas gracias a todos. Espero que os paseís por el siguiente, será precioso. Besos.
p.s. la foto de Tom Carter es de luis diaz, un maravilloso fotógrafo de la coruña.Más picks aquí,os va a encantar!:
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