sábado, 26 de diciembre de 2009

de vuelta


hoy hace un sol precioso en mi ciudad. ayer noche traje la tabla de snowboard para aprovechar los momentos libres y subir a los alpes, situados a escasos kilómetros de munich. la llegada, con un poco de nubes sobre una luna enorme y sin embargo no estaba tan frío como cuando me fuí, los edificios con esculturas de águilas y búhos sobre las fachadas bávaras, la música clásica en el taxi que me llevó a casa.
considero importante ese momento que tiene el "hacerte adulta" de elegir el lugar donde asentarte. creo que influye en la elección un "algo abstracto" que algunos sitios tienen que te hace sentir como en el fondo sientes que eres. ese "algo abstracto" se manifiesta de forma muy fuerte al inicio de tu adolescencia y hay unos sitios que lo potencian más que otros, siempre hablando desde mi experiencia por supuesto, ese momento en el que la personalidad deja de ser niña y lucha por convivir/encajar el primer contacto como adulta, en ese mundo tan extraño en el que te sientes totalmente incomprendida, y en el que todos quieren que seas algo que no eres.
con 16/17 años ese "algo abstracto" que va conectado con lo que sientes "eres de verdad" lo percibí muy potenciado aquí y quizás sea la vida, la que con una excusa u otra, te acaba devolviendo a esos sitios.
hasta que llegué a madrid siempre había vivido en lugares dueños de un fuerte componente de contacto con la naturaleza: el mar atlántico en huelva, lo volcánico e isleño de las canarias, los veranos en el campo de argentina; ese contacto parte olvidado tras vivir largas temporadas en grandes ciudades. sin embargo hace un par de semanas, tras pasar pocos minutos en coche desde mi casa, acabé tomando un vino en una estación de esquí de aquellas que suponían enormes distancias para llegar a ellas y pasar disfrutando una semana.
poder vivir cerca de la naturaleza me proporciona aire fresco cuando recién acaba de nevar, el blanco silencioso, lo majestuoso de las grandes montañas que te hace enmudecer, los bosques, los lagos en verano cristalinos. cosas que echaba inconscientemente de menos. no sé muy bien lo que me espera pero si siento una elección tomada conscientemente que incluye elementos geográficos, intelectuales y emocionales para que ese "algo abstracto" se quede tranquilo y poder pasar en paz a lo siguiente.
el resto se irá dando de forma armónica en tanto y cuanto nos mantengamos en sintonía con lo que sentimos de verdad.
aquello que te hace ser tú y no otro.